Desamoramiento

Si la modernidad a hecho estragos en nuestra manera de pensar, sentir y razonar, modificando libertades como subjetividades, me pregunto como sería mi vida en épocas anteriores, seguramente estaría muy lejos de cómo es hoy.
La nueva era en la que nací ha introducido padecimientos en mi, algunas patologías, y cierta confusión. No pretendo hacer un historial de vida, ni una tesis de ciencia social, esto es sólo la experiencia por la que estoy pasando, y aprovechando la singular caracteristica de la modernidad como es el advenimiento del yo, que me permite plasmarme sin censuras.
Experimento el sentimiento del “Desamoramiento”; he pasado casi toda mi vida enamorada, pero esta vez… esta vez es diferente…
Pregunte por algunos pasillos como describirían ese sentimiento, pero no pudieron responderme, ya que la mitad de las personas no lo conocen, y la otra mitad lo transformaron en resentimiento o anhelo.
No es falta de amor, ni siquiera representa un vacío, es la sensación de estar muy bien plantado sobre la tierra: es solo vos con vos, vos en tus múltiples facetas, es tu parte mas autentica y mas genuina.
A veces es un poco aburrido, pero de vez en cuando saltan inquietudes de lo nuevo, terminando en producciones de un cuadro, un escrito, una torta y hasta un blog. Sublimando las pulsiones del instinto del amor, que existen desde siempre, y están ahí atentas a que las utilices, golpeando constantemente para sentirte una idiota soltera, o una mina que sabe elegir y que aun no tiene ganas de hacerlo.
Genera una preocupación menos, ya que no tengo a quien reclamarle, a quien demandar amor, a quien comprar un regalo, no tengo que memorizar fechas de aniversarios y tampoco tengo que esperar un llamado, se que no los hay, entonces disfruto de lo que hay.
Crea una omnipotencia tremendamente ambiciosa en lo profesional y laboral. Empuja a regocijos de conocer gente nueva y acentuar los lazos de amistades viejos, hay mas escucha y menos habla.
Los turnos de ginecología, depilación como de peluquerías son cancelados.
Hay sesiones de diván, pero sin catarsis sobre “el”, si no de los goces que pasan por mí, y todo lo que quiero lograr.
Se fueron las quejas en las conversaciones de amigas, y las respuestas terminan en un “como sea”.
Ni siquiera es una desilusión, no por sentir esto es que no crea en el amor.
El desamoramiento, no es un desencantamiento, es la experiencia mas original que he vivido en mi vida.